Robbie se puso muy rojo y no sabía cómo decirme lo siguiente:
Robbie: te voy a ser sincero, tú me gustas mucho… Sé que no te conozco hace mucho tiempo pero desde que te vi no puedo parar de pensar en ti. Sin ti siento que falta algo, y no soporto la idea de estar lejos de ti, no imagino un mundo en donde no estás tú…
Robbie me miro un poco apenado, pero muy feliz por haber dicho lo que sentía… no podía creer que estuviera tan enamorada de una persona como lo estaba de él y lo mejor de todo sabia que el también me amaba y mas con lo que acababa de decirme.
En ese momento se me llenaron los ojos de lágrimas y me levanté de la silla en la que estaba, fui a donde estaba Robbie y lo mire, y lo bese. En ese momento me olvide de el mundo, no me importaba si nos veían y no me importaba lo que pensaran y dijeran.
Robbie también me besaba con ternura, me sentía tan protegida al lado de él, paramos de besarnos lo mire con ternura y el a mi también, lo abrace muy fuertemente y de un momento a otro me dijo:
Robbie: te amo.
Lo seguí abrazando. Y después de un tiempo le dije:
Yo: yo he sentido lo mismo desde que te conocí, no he podido para de pensar en ti, pienso en ti, sueño contigo, recuerdo la conversación, miro el mensaje de texto… no te puedo sacar de mi mente.
Continuamos hablando de nuestros sentimientos hasta que nos fuimos del restaurante. Sin saber a dónde íbamos, Robbie me llevó como a una clase de bar, pero me lleve una gran sorpresa cuando allí adentro también estaban…
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